Mentiras y Ficciones

Lying and Fiction

Emar Maier

Oxford Handbook of Lying


Resumen comentado de Axel Barceló Aspeitia


¿Qué tienen en común mentiras y ficciones?

  1. Son aserciones o, por lo menos, tienen la forma superficial de aserciones.
  2. Quién las emite cree que lo que dice es falso.
  3. De la conjunción de (1) y (2) se sigue que son violaciones del principio pragmático Griceano de calidad – sólo di cosas que creas son verdaderas.
    La diferencia es que esta violación es abierta en el caso de la ficción y se esconde en el caso de la mentira (Excepto por las mentiras abiertas [“bald faced lies”]).


Tradicionalmente, se suele decir que la diferencia principal es cual es su objetivo esencial, es decir, qué efecto quieren lograr (en la persona a quien van dirigidas):

  1. Queremos que a quien le mentimos (a) crea lo que decimos y (b) crea equivocadamente que nosotros estamos siendo honestos (en vez de mintiendo).
  2. Queremos que a quien le contamos historias de ficción (no a) no crea que lo que decimos es verdad, pero aun así (c) sí tenga algún tipo de pensamiento sobre lo que le decimos (d) entre otras cosas derivadas, como que se divierta o aprenda algo, etc.


El problema es cómo modelar estos diferentes efectos en un marco Stalnakeriano.


  1. Mentiras

En el modelo Stalnakeriano, 

  1. Toda proposición en el fondo común es una creencia común a todos los participantes en la conversación
  2. (ii)El objetivo (propuesto) de todo acto de habla es modificar el fondo común de la conversación
  3. (iii)El objetivo (propuesto) de toda aserción es que se incorpore el contenido aseverado (llamémosle “p”) al fondo común

Pero (i) - (iii) son inconsistentes con (1) - (3) y (b) (aunque es consistente con (1) - (3) y (a)).


Stokke (2013) propone rechazar (i) y cambiarla por (i’):

(i’):  Toda proposición en el fondo común es aceptada en común por mor de la conversación por todos sus participantes (Stalnaker 1984:79, Stalnaker 2002).

Como (i’) no requiere que el hablante crea que p, es compatible con (1)-(3).

Pero tampoco logra captar (a) y (b). 

En mi humilde opinion, el problema de propuestas como la de Stokke es que es distributiva respecto a todos los involucrados en un acto de habla, mientras que es claro que, a diferencia de lo que pasa en la aserción (o lo que Barwise y Baltic llaman un “anuncio público”), en la mentira se establece una asimetría fuerte entre quien miente y quien le cree.


  1. II.Ficción

Pero (i) - (iii) también son inconsistentes con (1)-(3), (no a) y (d).

Eckardt (2014) propone rechazar (ii) y cambiarla por (ii’):

(ii’) El objetivo (propuesto) de todo acto de habla es modificar un fondo común, el cual puede ser provisional.


El problema principal de este tipo de propuestas, sin embargo, es explicar:

  1. ¿Cuál es la relación entre lo diferentes fondos comunes (y, en particular, el fondo propio a una ficción y el fondo estándar)?
  2. ¿Cuál es la relación entre estos diferentes fondos comunes y el estado epistémico de la autora y sus lectores?


La respuesta no puede ser que (A) cada fondo común está aislado de los otros ni que (B) las creencias genuinas de (autor y) lectora sean impermeables al contenido de la ficción, pues:

(e) Para interpretar las ficciones necesitamos apelar a conocimiento del mundo que no está incluido explícitamente en el contenido de las aseveraciones que conforman el texto de ficción. Por ejemplo, necesito saber cosas sobre Londres y la fisiología humana para entender las historias. de Sherlock Holmes.

(f) Las ficciones existen y suceden en el mundo real (por ejemplo, vamos al cine en cine en el mundo real, los libros ocupan un espacio real en nuestros libreros y quiene actúan en una obra de teatro son personas reales), y al escuchar, ver o leerlas (etc.), aprendemos cosas sobre ellas. Por ejemplo, sé que Superman es un personaje de historietas porque he leído algunas de ellas. 

(g) Muchas ficciones tienen objetivos didácticos. Las fábulas, por ejemplo, quieren enseñarnos algo sobre los vicios y las virtudes morales.

Dar cuenta de estos tres fenómenos (y otros mas, como la intertextualidad) requiere cierta relación inferencial entre el fondo común de la ficción. 


Responder a (A) y (B) ha sido muy difícil. Meier menciona cuatro propuestas:

  • Realistas sobre la ficción como Zalta (1983), Kripke (2011), Thomasson (1999), Walton (1990), Friend (2007) y otros han propuesto rechazar (2) (y, por lo tanto, también sus consecuencias (3), (no a), (c), (ii’), etc.) y sostener (2’): que las aseveraciones de ficción son literalmente verdaderas sobre entes de ficción. Estas teorías requieren ontologías y semánticas muy sofisticadas

El resto de las propuestas, rechazan (I):

  • A partir de Lewis (1978), [Ryan (1991) y] Bonomi & Zucchi (2003) han propuesto, para dar cuenta de (e), usar una especie de “copia” del fondo común estándar (de lo que sería una conversación entre lector y autora) como fondo común inicial y luego ir modificando éste con el contenido de la ficción para que el resultado sea lo mas cercano al fondo común estándar posible sin dejar de ser consistente con el contenido de la ficción.
  • Bauer y Beck (2014) proponen rechazar (I), de tal manera que la ficción no esté compuesta de aseveraciones, pero sí implique pragmáticamente algo análogo que sí proponga se incorpore al fondo común cierto contenido (condicional). Por ejemplo, la fábula de la Zorra y la Urraca no afirma literalmente que si somos vanidosos, otrxs podrán aprovecharse de esta debilidad para manipularnos, pero si interpretamos bien la fábula, obtendremos esta proposición y entenderemos que la fábula propone incorporarla a nuestro fondo común si compartimos los valores que asume la fábula.
  • Searle (1975), Kripke (2011), Walton (1990) y Currie (1990) proponen que las de la ficción son aseveraciones fingidas. De esta manera, la actitud correcta en (c) es imaginar en vez de creer o aceptar.


Otras propuestas que Meier no menciona:

  • Orlando propone que el acto de habla relevante sea un performativo que instituya ciertas nuevas prácticas. De esta manera, las proposiciones que incorporamos al escuchar, leer, etc. una ficción no son sobre las entidades ficticias de las que parece tratar el texto (Harry Potter, Comala, el Coronel Buenía, etc.) sino sobre el artefacto que es la ficción misma (“Harry Potter y La Piedra Filosofal”, “Pedro Páramo”, “Cien Años de Soledad”, etc. y sus personajes).


Finalmente, si bien queda claro que no es obvio como acomodar la mentira y la ficción en el marco Stalnakeriano, me parece que Meier desaprovecha la oportunidad de decir algo mas sustancial sobre la relación entre mentira y ficción. Por el contrario, trata cada una por separado y no vuelve a relacionarlas al final.

Sería interesante considerar la posibilidad de que, por ejemplo, la ficción se vea como un cierto tipo de mentira [Agradezco a Estefana Barceló la sugerencia], tal vez distinta de la mentira abierta, pero también abierta en otro sentido. O vice versa, la mentira como un tipo de ficción cerrada. También sería interesante ver si los mecanismos desarrollados para dar cuenta de la ficción pudieran servir para modelar las propiedades (a) y (b) de la mentira.

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