Riesgo y Normatividad
Cada vez que se toma un riego, existen por lo menos dos maneras de evaluar el acto: uno, juzgar si estuvo justificado asumir el riesgo (dado el estado de conocimiento del sujeto, la información disponible, las probabilidades, las ganancias posibles de los posibles resultados, etc.) y dos, simplemente juzgar si el resultado fue el deseado. Arriesgar todo nuestro patrimonio en una carrera de caballos de cuyos participantes no sabemos nada es insensato, aun cuando ganemos la puesta y la riqueza que obtengamos de la misma nos traiga enormes beneficios. Inversamente, hay un sentido en el que, aún cuando estamos justificados en tomar un riesgo, post facto sentimos que estuvo mal tomarlo si el resultado que obtenemos no es el deseado. Distinguir entre estos dos tipos de juicios es uno de los puntos centrales de Bernard Williams en su seminal artículo “Suerte Moral” (1981). Cada vez que tomamos el volante de un auto, estamos corriendo el riesgo de atropellar a alguien. Si somos cuidadosos ...