La Composición de Cardinales Complejos
En español tenemos pares de palabras semánticamente relacionadas para ciertos números, por ejemplo, “díez” y “decena”, “dos” y “par”, "doce" y "docena", “cien” y “centena”, etc. Los segundos son nominales y por eso pueden ocurrir en singular y plural, mientras que los primeros no. Por ejemplo, existe la palabra “decenas”, el plural de “decena”, pero no hay plural de “díez”, es decir, no existe la palabra “dieces”. Esta diferencia tiene otras manifestaciones. Una de las más importantes es que las primeras componen los cardinales complejos, es decir, decimos “dos mil personas” y no “par mil personas” ni “dos miles personas”, aunque sí “un par de miles de personas”; y decimos "trescientos diez" y no "trescientos decena". La hipótesis de Sabina Longhitano en el seminario es que, en el caso de “millón” y “mil” (y tal vez en otros) también existe la distinción pero las dos palabras son homónimas. Por eso decimos tanto “varios millones de personas” como “dos millones quinientas mil personas”, y decimos "varios miles de pesos" al igual que "cinco mil trescientos cincuenta pesos". Sin embargo, Ángeles Castillo me recordó que existe la palabra "millar", la cual usamos para decir cosas como "tres millares de tabiques" o "un millar de hojas de papel bond", aunque se usa raramente fuera del ámbito mercantil. Además, tampoco es completamente análogo el uso de "millón" al de otros nominales numéricos como "cien" o "mil", en tanto, no decimos (otra vez, fuera de contextos mercantiles o similares, por ejemplo, al escribir la cantidad en un cheque) "un mil cuatrocientos veinte personas" ni "un diez personas" aunque sí decimos "un millón mil cuatrocientos veinte personas". Además, "millón" es como "decena" (y "centena" y "millar"), pero no como "mil" o "cien" en que podemos usarla para hablar de fracciones como "medio millón" de cosas y "media docena", pero no "medio cien" ni "medio mil". Y por si no fuera suficientemente compleja la cuestión, sí decimos "cien pesos" y "mil pesos", pero no "millón pesos" ni "un millón pesos" sino "un millón de pesos", lo que significa que para el cardinal 1,000 no existe sino el nominal. Además de que, al componer cardinales complejos, parece que sí pluralizamos "cien", pues decimos "doscientos" y "trescientos". En otros casos, por el contrario, no existe el nominal. No hay palabra análoga a “decena”, “centena” etc. para números como el siete o el ocho, mucho menos para números para los que usamos expresiones complejas, como "ochocientos cuarenta y cinco". La hipótesis obvia es que los números marcados, es decir, los números básicos de nuestro sistema de nomenclatura numérica, es decir, los números del uno al cuatro y los múltiples de diez, son los únicos que muestran esta dualidad, aunque esto dejaría como excepción al doce, el cual también muestra esta dualidad al ser la referencia tanto de "doce" como de "docena".
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